España lleva unos años en una situación inmobiliaria complicada que hace recordar la crisis de 2008 y temer una próxima repetición. El estallido de una burbuja inmobiliaria incrementaría la crisis económica del país e incluso podría comportar problemas sociales como el aumento de desahucios y los endeudamientos.
«La posibilidad de una burbuja se ve minimizada por la estabilidad económica general del país y la supervisión de los mercados financieros»
Marc Bosch
Key Account Manager en Housfy